El intelecto general (en inglés: general intellect) es un término acuñado por Karl Marx para la combinación de experiencia tecnológica e intelecto social, o conocimiento social general (importancia creciente de la maquinaria en organización social) como fuerza productiva. Según Marx, el desarrollo del intelecto general en una sociedad capitalista se manifiesta tanto en la producción de bienes industriales como capital fijo y en el control sobre el proceso de la vida social. El pasaje sobre el intelecto general en la sección "Fragmento sobre las máquinas" de los Grundrisse dice que, si bien el desarrollo de la maquinaria condujo a la opresión de los trabajadores bajo el capitalismo, también ofrece una perspectiva de liberación futura.[1] Este término se encuentra presente en la discusión actual sobre la sociedad industrial postfordista basada en el post-operaísmo.[2]
"En la medida, sin embargo, en que la gran industria se desarrolla, la creación de la riqueza real se vuelve menos dependiente del tiempo trabajado y del cuanto de trabajo empleado que del poder de los agentes puestos en movimiento durante el tiempo de trabajo, y cuya powerful effectiveness por su parte no guarda relación alguna con el tiempo de trabajo inmediato que cuesta su producción, sino que depende más bien del estado general de la ciencia y del progreso de la tecnología [...] Tan pronto como el trabajo en forma directa ha cesado de ser la gran fuente de la riqueza, el tiempo de trabajo deja, y tiene que dejar, de ser su medida y por tanto el valor de cambio [de ser la medida] del valor de uso".[3]